Transmitido
por el mosquito Aedes aegypti, las primeras infecciones del virus zika en
humanos datan de hace medio siglo, en África.
A
Latinoamérica llegó en 2015 y ya se ha transformado en una seria amenaza para
la salud, en particular para las embarazadas, a pesar de que se trata de una
infección con dolencias leves, que incluso a menudo pasan desapercibidos.
Qué es el zika?
Este virus fue detectado por primera vez en un simio en Uganda (África central) en 1947. Lleva el nombre de un bosque situado al sur de Kampala, la capital de ese país. El primer caso humano de la fiebre del zika fue registrada en 1968, según la Organización Mundial de la Salud
Este virus fue detectado por primera vez en un simio en Uganda (África central) en 1947. Lleva el nombre de un bosque situado al sur de Kampala, la capital de ese país. El primer caso humano de la fiebre del zika fue registrada en 1968, según la Organización Mundial de la Salud
El zika es similar
al dengue, la fiebre amarilla, el virus del Nilo Occidental y la encefalitis
japonesa.
TIEMPO
DE INCUBACIÓN
Suele
oscilar entre 3 y 12 días. Tras este período, aparecen los síntomas. Sin
embargo, la infección también puede presentarse de forma asintomática.
¿Cuáles son los síntomas?
En la gran mayoría de los casos (entre 70 y 80 %) la infección pasa desapercibida. Cuando se manifiesta, los síntomas son de tipo gripal (fiebre, dolores de cabeza, dolores musculares) con brotes en la piel.
En la gran mayoría de los casos (entre 70 y 80 %) la infección pasa desapercibida. Cuando se manifiesta, los síntomas son de tipo gripal (fiebre, dolores de cabeza, dolores musculares) con brotes en la piel.
Otros síntomas
de la infección del virus de zika son la conjuntivitis o un dolor detrás de los
ojos, así como edemas en las manos y los pies
¿Qué tratamiento, qué vacuna?
No existe ningún remedio específico ni vacuna contra este virus. sólo un manejo sintomático que consiste en descansar y en tomar acetaminofén o paracetamol para el control de la fiebre.
No existe ningún remedio específico ni vacuna contra este virus. sólo un manejo sintomático que consiste en descansar y en tomar acetaminofén o paracetamol para el control de la fiebre.
Para
protegerse, hay que evitar ser picado por los mosquitos, vistiendo ropa que
cubra bien el cuerpo, repelentes e insecticidas y mosquiteros.
También se aconseja
ingerir líquido en abundancia para paliar el que se pierde por diferentes
razones.
Para manejar el
prurito ocasionado por la erupción, se pueden utilizar antihistamínicos.
Es
necesario mantenerse alejado del paciente al menos durante la primera semana de
la enfermedad para evitar el contagio.
LAS
MUJERES EMBARAZADAS DEBEN ESTAR “PARTICULARMENTE” ATENTAS, RECOMIENDA LA
ORGANIZACIÓN PANAMERICANA. UNA PERSONA ENFERMA DEBE HACER LO MÁXIMO PARA EVITAR
SER PICADO Y PARAR EL CICLO DE CONTAGIO DE LA ENFERMEDAD.
Se recomienda el uso de paracetamol, no de
aspirinas porque puede causar sangrado.
Recomendaciones:
- Vestir con camisas o blusas de manga larga y pantalón.
- En sus viviendas utilicen mosquiteros en puertas y ventanas o
pabellones para las camas
§ PREVENCIÓN
Como la transmisión ocurre por la picadura de un mosquito, se recomienda
el uso de mosquiteros que pueden impregnarse con insecticida y la
instalación de mallas antimosquitos si no se tienen.
El uso de mosquiteros se aconseja en los casos
en los que se contrajo el virus y también como prevención.
Se deben utilizar repelentes con Icaridina y ropa que cubra las extremidades, para que haya menos
posibilidades de sufrir una picadura.
Microcefalia en bebés afectados por el virus zika
Existe una alerta sanitaria, sobre todo en los países afectados, ya que causa microcefalia en recién nacidos, un trastorno neurológico por el cual los bebés afectados nacen con la cabeza más pequeña. A medida que el niño crece, su cara continúa creciendo pero el cráneo no lo hace por lo que el niño tiene una cara desproporcionadamente larga y la frente hundida.
La microcefalia en estos casos causados por el virus zika, se desarrolla durante el embarazo y suele asociarse con algún grado de retraso mental, aunque en el 15% de los casos el niño tiene una inteligencia normal. Este trastorno no tiene cura y, actualmente no se puede corregir.
La Organización Panamericana de la Salud ha alertado sobre un mayor riesgo de aparición de microcefalias en bebés y malformaciones cuando la enfermedad es por la madre durante el primer trimestre de embarazo.
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